Page 26 - Revista Julio 2025
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Artículo Panorama Universitario
MALINTZIN EN EL AULA: Pedagogía crítica y relectura
de lo femenino en la Nueva Escuela Mexicana (NEM)
•Por: Ma.Yulisma Marín Pérez 1
1. Consideraciones previas: agencia y capacidad de negociación intercultural, resuena México— sostienen el sistema educativo con su trabajo
Las ideas iniciales necesarias con fuerza en el XXI. cotidiano.
En la reflexión y referencia histórica y contextual de Esta realidad exige superar el estigma histórico que ha
Hacer realidad los ideales de la Nueva Escuela Mexicana La Malinche, ha de considerarse que se encontraba recaído sobre figuras como La Malinche, tradicionalmente
inclusión, equidad, pensamiento crítico, justicia social— situada en el cruce violento de dos mundos: el indígena retratada como traidora, para reivindicar a la mujer
exige mucho más que discursos bien intencionados o mesoamericano y el imperial español. Malintzin no fue mexicana como una agente activa de transformación.
reformas administrativas. Implica desmontar los pilares simplemente "la traidora", como se le ha retratado Reconocer el papel de las maestras, no sólo como
simbólicos que han sostenido por siglos una educación desde una lectura patriarcal y colonial, sino una mujer transmisoras de saber, sino como protagonistas de una
patriarcal, colonial y excluyente. En el corazón de esta instrumentalizada por las estructuras de poder; primero, pedagogía liberadora, es esencial para que la NEM sea
transformación urgente se encuentra una figura olvidada por su propio pueblo al ser entregada como tributo, y realmente emancipadora y no una promesa inconclusa.
y, a la vez, omnipresente: La Malinche. después por los conquistadores. Lo que, de hecho, sería reivindicar y limpiar el nombre de
Convertida en símbolo de traición por causa de una Desde una perspectiva crítica, se le puede considerar una Malitzin, del personaje de La Malinche, como agente de
narrativa nacional profundamente misógina, su víctima del sistema de dominación colonial, pero también la traición y la minusvalía del mexicano.
historia encarna las tensiones entre sumisión y agencia una figura ambigua que, con inteligencia y habilidades Octavio Paz, lúcidamente advierte que “la mujer, otro de
(actuación); entre silencio y palabra; entre poder y lingüísticas, encontró formas de supervivencia en los seres que viven aparte, también es figura enigmática.
pedagogía. En este ensayo se propone una lectura crítica medio del despojo. Como dice Tzvetan Todorov (1982), Mejor dicho, es el enigma” (Paz, 1950, p. 58). En el
y decolonial que vincula el mito de La Malinche, tal como en La conquista de América: El problema del otro, la contexto educativo, este “enigma” ha sido gestionado
lo conocemos, con el papel de las maestras mexicanas interpretación cultural fue tan decisiva como la fuerza históricamente bajo una lógica patriarcal que encasilla a
en la actualidad, quienes, desde el aula, traducen y militar: “el poder del conquistador no está solamente en las maestras como cuidadoras naturales de la infancia;
transforman diariamente los ideales de la NEM; no la espada, sino en el discurso, en la traducción”. En este como responsables del afecto y la transmisión, pero rara
como herederas de una culpa histórica, sino como sentido, Malinche no sólo tradujo palabras, sino también vez reconocidas como intelectuales o como arquitectas
protagonistas de una pedagogía liberadora. sentidos, intenciones y mundos. del pensamiento pedagógico.
Octavio Paz (1950), en El laberinto de la soledad, la La contradicción resulta evidente: ellas educan a la
2. La Malinche entre el estigma y la palabra: retrata como “la chingada”, símbolo de la mujer violada, nación desde sus cimientos, pero a menudo permanecen
De traidora a educadora de mundos lo que refleja no tanto su realidad histórica como el excluidas de los espacios donde se decide el rumbo de
peso de una culpa cultural profundamente misógina. esa misma nación. Aún hoy, en el siglo XXI, los estigmas
La educación mexicana se encuentra en un momento de Así, la figura de La Malinche, ha sido utilizada más para machistas, subyacentes en el inconsciente colectivo
transición profunda, impulsada por el paradigma de la exorcizar los traumas de la identidad mexicana que para masculino, denigran, a veces, el papel protagónico de la
Nueva Escuela Mexicana (NEM); un modelo que aspira entender los mecanismos de violencia de la conquista. mujer en la vida pública del país. No obstante, hay que
a formar ciudadanos críticos, solidarios y comprometidos Reivindicarla críticamente implica desplazarla del reconocer que esa percepción ha venido cambiando
con la transformación social. Sin embargo, cualquier estigma y comprenderla como un sujeto atrapado en vertiginosamente en este siglo. Pero no es un regalo; es
intento de renovación pedagógica requiere también una una estructura de poder colonial que no eligió, pero que algo que la mujer se ha venido ganando con base en su
revisión crítica de los imaginarios históricos y culturales supo navegar para sobrevivir. Como lo plantea Gloria inteligencia y sus esfuerzos.
que han modelado las relaciones sociales en el aula Anzaldúa (1987) en Borderlands/La Frontera, la figura de Paulo Freire (1993), por su parte, advierte que las
como en la sociedad en general. La Malinche representa la "mestiza consciente", el cruce estructuras de poder tienden a domesticar al educador,
Un imaginario particularmente persistente y con conflictivo entre lenguas, culturas y cuerpos colonizados. neutralizando su capacidad crítica. En un sistema
profundas raíces en nuestra psique colectiva es el de la Es así como en el intrincado tapiz de la historia nacional, patriarcal, esta domesticación opera con doble fuerza
mujer mexicana, históricamente marcada por la figura de la figura de la mujer mexicana ha sido frecuentemente sobre las mujeres: las reduce a funciones de cuidado y
La Malinche. Tal como lo analiza Octavio Paz en su obra reducida a arquetipos de sumisión, traición o maternidad les impide ejercer plenamente su voz como productoras
icónica, El laberinto de la soledad, La Malinche ha sido sufriente. Como se señaló anteriormente Octavio Paz, de conocimiento.
un símbolo ambivalente de traición y de una maternidad en El laberinto de la soledad, retrata a La Malinche Esta condición puede entenderse como una forma
herida; una representación sociocultural, muy mexicana, como “la madre violada” del pueblo mexicano, origen de interdicción simbólica y material del cuerpo y del
que ha permeado la concepción del ser femenino en mítico de una identidad marcada por la negación de sí pensamiento femeninos, que limita no solamente
México. misma: “La malinche es la figura de la madre violada, y su agencia, sino también la posibilidad misma de
En este ensayo se propone construir y compartir una el mexicano, hijo de esta madre, la rechaza y la niega”. ser plenamente en el ámbito educativo. Superar
reflexión esencial sobre el rol de la mujer en el contexto Si bien esta visión es crítica de la cultura mexicana ofrece esta lógica exige no solo reconocer su trabajo, sino
de la NEM, trascendiendo los estigmas heredados. una clave fundamental para repensar el lugar que ocupa liberar su palabra como principio fundante de una
Argumentamos la imperante necesidad de reconfigurar hoy la mujer en el proceso educativo; particularmente en pedagogía emancipadora. Treinta años después de esta
su lugar como agente pedagógica y social, partiendo de proyecto de la NEM. afirmación de Freire, como ya se ha apuntado antes, el
una lectura crítica y decolonizadora de nuestra identidad rol protagónico de la mujer, en la sociedad actual, ha
cultural. 3. Maestras y Malinches: evolucionado favorablemente, por fortuna, para el bien
Durante siglos, La Malinche fue un personaje Pedagogía decolonial y emancipación desde las aulas de la educación y la vida pública de nuestra sociedad.
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estigmatizado; como símbolo de la entrega al En el día a día de la escuela, las maestras enfrentan no
colonizador. No obstante, diversas interpretaciones La NEM se presenta como un modelo educativo únicamente la considerable carga laboral y emocional que
históricas y artísticas contemporáneas han revindicado profundamente humanista, comprometido con la impone el sistema educativo, sino también las arraigadas
su papel como figura clave en el complejo proceso de la inclusión, la equidad y la excelencia. No obstante, expectativas sociales de una feminidad abnegada y
Conquista. Fray Diego Durán escribió “ella fue grandísima surge una pregunta ineludible: ¿puede este proyecto sacrificial. Este fenómeno se agudiza en contextos rurales
parte para el buen suceso de la conquista” (Durán, 1579, concretarse plenamente si no se revisan críticamente las o en comunidades marginadas, donde las docentes, a
citado en Perales Pisqueres, s.f.), subrayando su papel estructuras culturales que han perpetuado la opresión de menudo, se erigen como las únicas figuras institucionales
como mediadora estratégica y figura activa, lejos de una las mujeres? Hoy en día, más de 1.2 millones de maestras presentes en las comunidades.
mera subordinación. Esta perspectiva, que enfatiza su —que representan el 61.4% del personal docente en Sin embargo, lejos de ser víctimas silenciosas, innumerables
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