Page 26 - Revista Abril 2021
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Art’culo Panorama Universitario
Acceso a educación superior, restringido
para jóvenes de sectores desfavorecidos
D el año 2000 a la fecha en México, se duplicó el número de jóvenes Esta menor atención al estudiantado proveniente de los sectores más
que asisten a la educación superior, al aumentar la matrícula de
pobres de la sociedad no se limita a su falta de acceso a la educación
superior, sino que se agrava por el hecho de que muchos de ellos/as, que
dos millones a poco más de cuatro millones de estudiantes. Sin
embargo, este crecimiento es insuficiente, pues sólo cuatro de
acreditada. De hecho, solamente el 50% de los universitarios/as en México
cada diez mexicanos/as en edad de asistir a la educación superior lo están sí están estudiando una carrera, no lo hacen en un programa de calidad
haciendo, cuando en otros países con un nivel de desarrollo equiparable, (dos millones) están inscritos en programas de calidad.
como Argentina y Chile, se tiene una cobertura del 90%, señaló la Dra. Esto significa que en la educación superior en México “sí se le está dando
Marisol Silva Laya, Directora de la División de Investigación y Posgrado acceso a jóvenes que habían sido excluidos tradicionalmente, pero falta
(DINVP) de la Universidad Iberoamericana Ciudad de México. asegurar que asistan a programas de calidad que promuevan el desarrollo
Al hablar de los Retos de la equidad educativa en educación superior en integral de sus capacidades para que ejerzan plenamente su derecho a la
México, en el foro virtual Inversión social y equidad en educación superior: educación”. Es preciso evitar que se profundice una desigualdad educativa
retos ante la pandemia, dijo que aunque es notable la expansión de la cualitativa.
matrícula, se debe seguir exigiendo la ampliación del acceso, porque no
todos los sectores de la población se benefician de este bien común. La La permanencia
masificación de este nivel educativo amplió las oportunidades para los
sectores sociales más favorecidos y ocasionó “una subrepresentación de Asimismo, la Dra. Silva Laya comentó que no basta con masificar el acceso
jóvenes de sectores vulnerables en la matrícula”. a la educación superior, sino que se debe atender la permanencia del
Para dar cuenta de ese acceso restringido a estudiantes de sectores estudiantado, por lo que las universidades e instituciones de educación
desfavorecidos detalló que, si se divide a las y los jóvenes de 18 a 23 años superior tienen que comprometerse a apoyar el desarrollo de trayectorias
(edad típica para asistir a la educación superior) por el ingreso económico exitosas entre las y los jóvenes.
de sus familias, se encuentra que en el primer decil, el de ingreso más bajo, En esto resulta crítico el primer año en la educación superior, un momento
se halla el 10.3% de mexicanos/as en esa edad; pero sólo representan el importante en la toma de decisiones que las y los estudiantes inician con
2.7% del total de la matrícula de educación superior, es decir, no están gran motivación y compromiso, y que cuenta con periodos clave de transición
representados proporcionalmente; hay un volumen importante de jóvenes durante los cuales los universitarios necesitan integrarse a entornos muy
de este sector que están quedando excluidos. distintos a su trayectoria escolar previa.
La Directora de la DINVP señaló que ese primer año es particularmente
difícil para aquellos/as jóvenes que son la primera generación de sus familias
en llegar a la universidad, porque hay prácticas educativas ajenas a sus
códigos culturales, necesidades e intereses. También enfrentan muchas
dificultades académicas, porque en la medida en que no desarrollaron
competencias básicas durante sus primeros años de escolaridad fueron
acumulando desventajas, que en la educación superior se pueden convertir
en barreras infranqueables.
Por otra parte, Silva comentó que se han diagnosticado diferentes
razones por las que se da un desajuste entre las expectativas
del estudiantado y las expectativas de la universidad.
Una de ellas es que las culturas académicas han
tendido a rigidizarse, tienen escasa innovación
pedagógica y en lugar de mostrar flexibilidad
curricular, para favorecer la adaptación de
nuevos perfiles estudiantiles, se mantienen
con la idea de un/a estudiante estándar.
“Las universidades no hemos sido
capaces de responder a esa diversidad y
de enriquecernos con esa diversidad de
quienes se enfrentan por primera vez
a la educación superior, y que también
traen consigo un cúmulo de culturas, de
conocimientos, de talentos, que pueden
enriquecer notablemente la vida de las
universidades”.
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