Page 30 - PANORAMA MAYO 2022
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Art’culo Panorama Universitario
Por tanto, tenemos la dualidad de ser seres completamente biológicos (on- secuencias didácticas que nos permiten estimular zonas específicas de forma
togenéticos) pero también completamente sociales (filogenéticos); así que la objetiva, logrando así tener clases verdaderamente funcionales a la neuro-
adquisición de las habilidades cognoscitivas viene de la mano con los cambios plasticidad.
madurativos; es decir que los cambios en la maduración dan la estructura Estas interfaces también nos permiten interactuar directamente con las
necesaria para que mediante el desarrollo e interacción social surjan las fun- computadoras, teniendo aplicaciones casi ilimitadas en lo que a practicidad
ciones de lenguaje, pensamiento, motoras y perceptuales. o contenidos de forma radicalmente innovadora se refiere; estos contenidos,
Conforme se instituyeron las diversas escuelas a través de los siglos, los docen- acompañados de inteligencia artificial armada de machine learning o Deep
tes enseñaron con un sinfín de metodologías que eran un reflejo de los cono- lerning, permiten crear plataformas que conozcan al alumno, sus necesidades,
cimientos e ideologías de cada época; pero la mayoría de estas premisas han su forma de aprender, su gustos, deseos y así desarrollar planeaciones de tra-
correspondido principalmente a corrientes filosóficas que no han tenido ma- bajo completamente personalizadas y optimizadas teniendo por primera vez
yor sustento que el “yo creo” o también con fines políticos que han intentado una educación realmente a la medida.
moldear al hombre a las necesidades y caprichos del estado o tirano en turno. Las aplicaciones que nos trae este conjunto gigantesco de herramientas y
Así surgieron corrientes como lo fueron “la letra a sangre entra” o las escuelas conocimientos, ciertamente, definirá el desarrollo de la humanidad en el fu-
como cárceles y centros de adoctrinamiento que alguna vez describió Foucault turo cercano; por ello, es completamente irresponsable que los docentes nos
(Urraco-Solanilla, 2013, pág. 154), también otras más amables como lo son la mantengamos alejados o ignorantes de estos temas, ya que la labor docente
pedagogía de la liberación (Freire) o el constructivismo (Piaget), pero lo cierto y la responsabilidad social que ésta implica, nos exige tener a disposición los
es que, por primera vez, tenemos una vista objetiva y cercana del cerebro, de mejores instrumentos para nuestro trabajo.
su funcionamiento y de cómo es que éste aprende. Es todo un mundo maravilloso y cautivador, pero también con frecuencia
abrumador; de hecho, puede parecer pesado y agobiante para el docente
4.1. La neurociencia y la plasticidad cerebral e incluso puede llegar a pensar que es algo lejano y ajeno a su práctica co-
tidiana en la cual puede argumentar que su medio es marginado; de hecho,
La neurociencia nos ha permitido saber que gracias al cerebro humano hemos se ha convencido a sí mismo de que vive en un estado o en un país en el que
podido optimizar la sobrevivencia; pues no podemos olvidar que las expe- no se hace eso; ¡es una locura! Y no se siente capaz de aprender sobre ello
riencias vividas modifican el cerebro mediante su plasticidad para poder res- y argumenta que… si el gobierno, que si los sindicatos, que si los directores,
ponder de mejor manera a situaciones análogas a las que nos enfrentemos que si los padres, que si la pobreza y demás…
en el futuro. Así, cada vez que vivimos algo y que repetimos una actividad, el Es más, se convence también de que jamás va a poder utilizar todos estos me-
cerebro se modifica para poder responder de forma óptima a esto. Ergo, la dios y conocimientos, dejando en una seria desventaja a sus alumnos frente
neuroplasticidad es la clave del aprendizaje. al entorno adverso que significa una pandemia o una economía globalizada.
Ahora bien, para poder estimular la neuroplasticidad se requiere la repetición Pero recordemos que en voz del Dr. Alanís, todo universo tiene su adverso y
constante, continua y permanente de una actividad, así como también activi- su metaverso; sin embargo, con frecuencia el docente, ni siquiera se atreve a
dades que resulten satisfactorias para el cerebro. Aunque esto pueda sonar a tentar lo diverso.
una reducción simplista, estos conceptos nos dan pie a una revolución total de Por lo anterior queda no hacer un llamado a la consciencia, sino a la acción;
nuestro trabajo y con ello los profundos cambios que se darán en la sociedad. es decir, el hecho de seguir repitiendo metodologías educativas que carecen
El poeta Joan Margarit dijo que el homínido cuando bajó del árbol, lo primero de una base científica o que no toman en cuenta el neurodesarrollo del pro-
que hizo fue tomar un palo para defenderse; después lo utilizó para la caza, ceso de enseñanza–aprendizaje, deja a nuestro sistema educativo con un
(Llobet, 2022, pág. 7) desde ese punto hemos llegado a la inteligencia artificial serio hueco; pues frenamos así –ideológicamente, por flojera o por conve-
y a la nanotecnología; así que las interacciones del humano y máquina, con- niencia– la posibilidad de crear, innovar y transformar –con ideas y con ac-
trario a lo que se suele pensar de que nos aíslan o deshumanizan, lo cierto es ciones– nuestros sistemas educativos y pedagógicos para configurar y poner
que son una extensión de esa humanidad que nos permite conocernos mejor. en marcha una mejor, más eficiente y más competente formación profesional
en el mundo.
5. Las interfaces cerebro/máquinas:
Aplicación de la inteligencia artificial
De acuerdo con Monasterio, “la mayoría de la neurotecnología en interfaces FUENTES DE INFORMACÍON
Alanís Huerta, A. (2018). Docencia, Neurociencia y Formación Profesional. Editorial
cerebro–máquina registra la actividad eléctrica del cerebro extracranealmente Jitanjáfora, Morelia, México, 2018, 304 pp.
con electroencefalografía (EEG), magnetoencefalografía (MEG) o neuroima- Blanco, C. (2014). Historia de la neurociencia. Madrid: Biblioteca nueva.
Cavada, C. (2022). Sociedad Española de Neurociencias. https://www.senc.es/
gen (IRMf etc.). La clasificación más básica que se puede hacer de las interfa- introduccion–historica–a–la–neurociencia/
ces cerebro–maquina es en relación a su invasividad: existen interfaces cere- Forcellino, A. (2007). Miguel Ángel, una vida inquieta. Barcelona: Alianza.
Llobet, J. A. (2022). Las interfaces cerebro-máquina. España: National Geographic.
bro–máquina invasivas y no–invasivas Monasterio Astobiza et all, 2018, p. 4). Meshberge, F. L. (1990). the CIBA Collection of Medical Illustrations, Volume I-The
Con base en lo anterior, es importante subrayar que la convergencia de las Nervous System. JAMA.
Monasterio Aníbal, Txetxu Ausín, Mario Toboso, Ricardo Morte Ferrer, Manuel
tecnologías, puntas de lanza de la era digital, generan una sinergia de las neu- Aparicio Payá, Daniel López. Traducir el pensamiento en acción: Interfaces cerebro-
ro–nano–bio–info–cogno tecnologías; las NNBIC apunta Zack Lynch y éstas máquina y el problema ético de la agencia, en: Revista de Bioética y Derecho, No.46
Barcelona, 2019.
contribuyen a la existencia de las interfaces cerebro–máquina; dando lugar a Ostrosky, F. (2015). Desarrollo del cerebro. Honduras: Universidad Nacional
una coevolución, la cual cada día nos permite llevar vidas de mayor calidad. Autónoma., 6.
Urraco-Solanilla, M. (2013). MICHEL FOUCAULT: El funcionamiento de la institución
Las interfaces cerebro–máquina nos permiten, en primera instancia, ver en escolar propio de la Modernidad. Universidad de Extremadura, 154.
tiempo real el funcionamiento del cerebro, con lo cual podemos desarrollar
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